Paneles Led

Los paneles de LED se han convertido en uno de los productos LED más demandados en la actualidad. Son el más claro ejemplo de cómo una luminaria LED remplaza óptimamente una luminaria convencional. Muchos de los que los instalan, lo hacen tras considerar el sustituir tubos o las bombillas fluorescentes compactas de la antigua luminaria, y tras hacer números y pensarlo un poco, se deciden por el panel. Así que ya casi todos sabemos sus numerosas ventajas: eficientes, económicos, estéticos y versátiles.

Pero sondeando un poco el mercado, encontramos páginas de vendedores y tiendas on-line que ofrecen una información no verídica al consumidor. Esta es una de las cuestiones que más nos preocupa, pues como defensores de la tecnología LED, queremos evitar que personas que compran artículos inadecuados a raíz de un mal asesoramiento trasmitan sus impresiones negativas al resto de la sociedad, y qué mejor manera de evitarlo que informando adecuadamente al consumidor para que, independientemente de donde decida comprar su luminaria, lo haga estando informado y sabiendo lo que necesita y lo que compra.

Cuando un fabricante decide adquirir un LED para montar su luminaria, consulta la hoja de datos del LED en cuestión, donde el fabricante del LED (Nichia, Cree, Samsung…) pone las características lumínicas respecto a las eléctricas donde, sirva como ejemplo, indica que con 350mA ese LED emitirá 100 Lm (lúmenes). Lo anterior no quiere decir que si la luminaria tiene un solo LED, y este se alimenta a 350mA, va a emitir 100 Lm. En absoluto. Hay muchos factores que uno a uno van restando lúmenes a la luminaria, y el más determinante de todos, es su sistema óptico.

¿Qué es el sistema óptico?

Es una serie de elementos por el cual la luminaria define la distribución del flujo lumínico que le proveen los LED: lentes, difusores, rejillas, fibra óptica, reflectores metálicos, cristales de todas las texturas, colores, y todas características de transmisión que puedan imaginar componen este conjunto. Hay un tema a tener en cuenta con esto, y es que no sé si recuerdan que en la escuela veíamos como el agua refractaba la luz, haciendo que la varilla que introducimos en el agua parezca doblada respecto a la que está en contacto con el aire. Ese fenómeno físico se llama refracción, y es un cambio de dirección que experimenta una onda al cambiar de medio de propagación. Está determinado por un índice que sale de la relación entre la velocidad de la luz en el vacío y la velocidad de la luz en el medio en cuestión. Además de cambiar la dirección de la luz, también le ocasiona pérdidas, ya que parte del flujo de desviará de la trayectoria y otra parte se reflejará en la superficie del material en el que la luz penetra. Todo esto es para explicar que según el diseño de la óptica del panel, la eficiencia será mejor o peor. Lo bueno es que podemos reducir el tipo de paneles LED a solo dos grupos: paneles LED de iluminación directa y paneles LED de iluminación indirecta.

Paneles LED de iluminación directa.

Son aquellos en los que los LED están orientados a las superficies a iluminar. Su ángulo suele estar determinado por unas pequeñas guías de material reflectante, y las pantallas que poseen tienen una función de control de deslumbramiento más que de direccionamiento de flujo luminoso. Son muy eficientes, pues la luz prácticamente no cambia de dirección, y pueden llegar sin problema a los 105 lúmenes por vatio consumido.

Paneles LED de iluminación indirecta.

En este tipo de paneles, los LED están orientados de manera horizontal, por lo que iluminan una lámina multicapa de un material sintético que tiene la propiedad de cambiar muy bruscamente el ángulo de la luz, utilizando compuestos con índices de refracción adecuados, o materiales cristalinos con fibras ópticas en trasversal que redirigen la luz.  Esta lámina está precedida por un material blanco que refleje parte de la luz de los LED que pueda salir hacia arriba. A pesar de todo, este tipo de paneles tienen muchas pérdidas de flujo luminoso, por lo menos si los comparamos con sus homólogos de iluminación directa. Un panel de iluminación indirecta es más estético y su emisión es más uniforme, pero a pesar de ello, en el mejor de los casos la eficiencia de este tipo de paneles no suele superar los 80 Lm/W.

Es por ello, que nos llama especialmente la atención cómo en algunas empresas y tiendas on-line venden artículos con ciertas características que resultan, por lo menos, llamativas:

En este caso en concreto, observamos los lúmenes por vatio declarados, que según el vendedor son 89 (una de las eficiencias más altas del mercado) pero que sabemos perfectamente que no es cierta, ya que aún en el caso de que el tipo de LED y la electrónica posean una buena calidad, hay que considerar que el sistema óptico de este panel redondo de iluminación indirecta, ocasionará unas pérdidas, como mínimo, del 18% del flujo lumínico que emiten los LED en el interior del panel.

Otro asunto que llama la atención es costo de la luminaria desproporcionada para este tipo de luminaria y la vida útil declarada. En este tipo de luminaria 50.000 horas pueden llegar artefactos con excelentes materiales utilizados en su construcción y buena disipación de calor. No es conveniente crear falsas expectativas, este tipo de publicidad lo único que logra es defraudar al cliente.

Otra consideración que echamos en falta es la cantidad de LEDs que tiene el panel. No es lo mismo un foco de 20W que tiene 50 LEDs, a otro con el mismo tipo de LED, la misma potencia, pero que tenga el doble de LEDs. En el segundo caso, el LED funciona con corriente mucho más baja, lo que optimiza la eficiencia, alarga la vida útil, y mantienen una temperatura de color más estable, amén de reducir las posibilidades de averías ya que el LED no alcanzará temperaturas altas.

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